El mes de agosto viene cargadísimo con el Día del Niño. En Argentina se fijó el día 18 de ese mes para celebrarlo. El motivo de esta celebración tiene sus explicaciones: La Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó en 1954 que todos los países instituyeran la Día del Niño y que cada nación fijara la fecha conveniente para celebrarlo.
Y es por eso que este mes, Bailemos dedica su edición a los pequeños bajitos que nos llenan la vida día a día. Lo dedicamos a recordar auqellos/as bailarines/as que empezaron desde pequeños, bailando alguna canción frente al espejo quizás. Va dedicado a quienes se enamoraron de la danza en la niñez.
También tenemos en cuenta el debate que implica la iniciación a la danza a temprana edad (por enfrentar, por un lado, sus numerosas ventajas y por el otro las presiones y exigencias inadecuadas para los niños). Pero, por sobre todo, lo dedicamos a los pequeños que están bailando ahora con toda su alegría, frescura, energía, dulzura e inocencia. Esta vez vemos a la danza como juego y expresión con el cuerpo, diversión sincera y pura.
Porque, después de todo, emociona cada paso que aprenden y se animan a dar día a día. Por la emoción de verlos crecer. Y porque, en definitiva ellos nos enseñan a no perder el niño que llevamos dentro y a bailar con auténtica felicidad. Porque es responsabilidad de los adultos hacer hasta lo imposible para garantizar que este día y todos sean realmente felices para ellos. Por todo eso y mucho más, ¡Bailemos les desea un muy feliz y colorido Día del Niño!
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